Fue residencia de recreo de los reyes musulmanes y refleja el esplendor alcanzado por el reino taifa en su máximo apogeo político y cultural.
Ha sido recinto fortificado, residencia real aragonesa, sede y cárcel de la Inquisición, palacio de los Reyes Católicos, cuartel y, desde 1987, flamante sede de las Cortes de Aragón.
Construido en el siglo XI como palacio de recreo de los reyes musulmanes que gobernaban la taifa de Sarakusta.
Diez siglos después, aquel palacio de la alegría que soñó el monarca musulmán Al-Muqtadir
continúa siendo, junto con la Alhambra de Granada y la Mezquita de
Córdoba, una de las joyas artísticas de la presencia musulmana en el sur
de Europa. La UNESCO, en el año 2001, declaró Patrimonio de la Humanidad el arte mudéjar de Aragón,
destacando que el palacio de la Aljafería es uno de los monumentos más
representativos del mudéjar, que se ha convertido en el símbolo de la
arquitectura civil aragonesa y, probablemente, en una de las referencias
obligadas de la historia y la cultura españolas.
Al acceder al monumento encontrarás las hermosas arquerías del
palacio islámico, que contrastan con la imponente presencia de la torre del Trovador, pero también recorrerás el palacio medieval de los Reyes de Aragón.
La Aljafería ha vivido diversos avatares, cambios y etapas. Aún
recuerdan muchos aragoneses su condición de cuartel en el siglo XX, pero
hoy es un edificio vivo y abierto, un referente cultural, que muestra
su larga historia y acoge entre sus muros a la institución que
representa a todos los aragoneses: Las Cortes de Aragón.
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