El palacio
de la condesa de Lebrija, en Sevilla, está ubicado en una de las calles
más concurridas del centro de la ciudad, la calle
Cuna, paralela a
la famosa calle
Sierpes. Data del
siglo XVI y lo más característico es la impresionante colección de mosaicos
romanos, que pavimentan prácticamente toda la planta baja, por lo que es
considerada la "casa-palacio mejor pavimentada de Europa".1
El palacio,
además de estar abierto al público como museo desde 1999, alquila sus salones y
patios para presentaciones, incentivos, cenas de gala, conferencias, conciertos
etc.
Índice
- 1 Historia
- 2 Descripción del edificio
- 3 Colecciones del Palacio-Museo
- 4 Referencias
- 5 Enlaces externos
Historia
Una de las
salas.
Comienza a
construirse como casa señorial con el estilo propio del siglo XV, la fachada es
de estilo sevillano realizada en el mismo siglo, entre los siglos XVIII y XX es
remodelado y ampliado.
En sus
orígenes esta casa perteneció a la familia Paiba, posteriormente fue propiedad
de los condes de Corbos y los condes de Miraflores. En el año 1901 pasa a ser propiedad de Regla Manjón Mergelina (condesa
de Lebrija) que lo
restaura y acondiciona para albergar su valiosa colección de antigüedades, como
apasionada por la arqueología decidió adornarlo con piezas que aparecieron en
terrenos de su propiedad, así como otras colecciones que compraba a
comerciantes de antigüedades.
Descripción del edificio
Patio
principal.
Tiene una
superficie de aproximadamente 2.500 m² repartida en dos plantas. Presenta una
portada de dos cuerpos, labrada en mármol, con pilastras en los lados de la
planta baja. Se accede a un zaguán con techumbre de madera, separado por una
amplia reja de hierro dorado y policromado. La solería del pavimiento
constituye uno de los elementos más destacados del palacio, se trata de un opus
sectile compuesto por mármoles romanos polícromos. Es destacable también la
gran colección de azulejería de toda la casa, que data desde el siglo XVI. En
el patio central, destacan las yeserías que adornan arcos con columnas de
mármol, y el mosaico romano que data del siglo II y III. Este mosaico apareció
en terrenos propiedad de la condesa, concretamente en el olivar de los
Palacios. El medallón central representa al Dios Pan con la flauta, enamorado de
Galatea, a la cual dedica sus sones y cantos, ocho medallones representan
escenas de las aventuras amorosas de Zeus y en las esquinas se encuentra la representación de
las estaciones del año.
Sus paredes
son un auténtico muestrario de estilos arquitectónicos poseyendo elementos como
arcos de traza árabe, adornos platerescos, zócalos de azulejos procedentes de
un convento en ruinas, artesonado de un palacio del siglo XVI, un friso
renacentista, la fachada y planta al estilo andaluz sevillano.
La planta
baja está compuesta por varios salones y patios donde se encuentran los restos
arqueológicos y colecciones. En la planta alta se muestran las estancias
mantenidas tal como vivía la familia, hasta que falleció el último Conde de
Lebrija en 1999. En esta planta se exponen asimismo los objetos comprados por
la condensa durante sus viajes. También posee una amplia biblioteca con un
número superior a 4.000 volúmenes.
La planta baja
se utilizaba durante el verano y la alta en invierno.
Colecciones del Palacio-Museo
En 1999, los
descendientes de la condesa y propietarios actuales decidieron abrir la casa al
público como museo, desde entonces se puede visitar la planta baja libremente y
la planta superior, donde se encuentran las estancias familiares, con guía.
En el
palacio, además de los restos arqueológicos pueden observarse elementos de la
época árabe y romana, una colección de brocales de pozo, ánforas, columnas y esculturas,2 bustos grecorromanos y
representaciones mitológicas, junto con otros de estilo chino y persa todos
ellos exhibidos tanto en paredes como en vitrinas, precisamente en una de las
vitrinas se exhibe la colección glíptica encontrada en Itálica.3
Entre sus
obras pictóricas destacan piezas de Van Dyck, de Bruegel el viejo, cuadros de la Escuela de Murillo.
Fuente: wikipedia
Polifemo, Galatea (blanca como la leche) y Acis (hijo de Pan)
Galatea es una nereida de Sicilia amada por el cíclope Polifemo. Sus padres eran Nereo y Doris. Cuando Galatea rechazó al cíclope en favor de Acis, un pastor siciliano, Polifemo, celoso, lo mató aplastándolo con una enorme piedra. Desesperada por el dolor, Galatea transformó la sangre de su amante en el río Acis (en Sicilia). Según el historiador Apiano, Galatea terminó siendo madre con Polifemo de Celto, Ilirio y Gala, dioses epónimos de los celtas, los ilirios y los gálatas, respectivamente.1
Zeus (Júpiter romano) de sus amores con mortales recurrió a diversos disfraces:
- Transformado en lluvia de oro se unió a Dánae , princesa de Argos,de la que nació Perseo que mató a la medusa.
- Metamorfoseado en cisne se unió a Leda , reina de Esparta, tuvo a Pólux y a Helena .
- Convertido en toro raptó a la princesa de Tiro , Europa, la llevó a Creta y nació Minos.
- Bajo la forma de Anfitrión . marido de Alcmena, se unió a ella y tuvo a Heracles.
- Transformado en nube se unió a Io y engendraron a Épafo.
- Con la forma de Artemis tuvo amores con Calisto y engendraron a Árcade .
- Transmutado en sátiro conquistó a Antíope y tuvieron a Zeto, Anfión y Dirce.
- Metamorfoseado en águila raptó a Ganimedes, joven príncipe troyano, lo llevó al Olimpo y lo nombró copero de los dioses.
EL AZULEJO SEVILLANO:
Su aplicación, para proteger de humedades y producir frescor, es el llamado ALICATADO.
Primero se utilizaba la técnica de la "cuerda seca". En la técnica de cuenca o arista se utilizaba un molde para hacer huecos en la arcilla cuando todavía estaba blanda; esos huecos se rellenaban luego con esmalte de color.5 Su uso era idóneo para los esmaltados decorativos sobre baldosas o azulejos. El molde aseguraba la repetición fiel del motivo.
Y despúes de Niculoso Pisano a partir del siglo XVI surgió una nueva técnica consistente en tallar el dibujo en negativo sobre un molde, que al principio fue de madera y después metálico, el cual se aplicaba posteriormente mediante presión a la loseta de barro aún fresco para provocar en ésta una impronta con unos alveolos o cuencas separados por aristas, que después de ser bizcochada la loseta, permitía la fácil distribución de los óxidos en tales alveolos, antes de su segunda cocción. Así nació el azulejo de cuenca o arista.
http://ramoscor.arrakis.es/historia.html Enlace a un estudio pormenorizado.
Bibliografía recomendada: LLeó Cañal, Vicente. Nueva Roma. Mitología y Humanismo en el Renacimiento sevillano.