SANTA TERESA DE JESÚS
Éxtasis de Santa Teresa, obra barroca de Bernini |
Es bautizada el 4 de Abril del mismo año.
Fundó en total 17 conventos: Ávila (1562), Medina del Campo (1567), Malagón (1568), Valladolid (1568), Toledo (1569), Pastrana (1569), Salamanca (1570), Alba de Tormes (1571), Segovia (1574), Beas de Segura (1575), Sevilla (1575), Caravaca de la Cruz (1576), Villanueva de la Jara (1580), Palencia (1580), Soria (1581), Granada (1582) y Burgos (1582), en el año de su muerte.
La fundación de Granada la hizo Ana de Jesús, aunque en vida de la Santa, por lo que no siempre aparece en las enumeraciones.
A estos conventos hay que sumar el primero del Carmelo masculino que funda con San Juan de la Cruz en Duruelo (1567). Santa Teresa conoció a San Juan de la Cruz en Medina del Campo contando ella 52 años y él 24, y le convenció para unirse a la reforma, olvidando sus planes de retirarse a la cartuja de El Paular.
La Inquisición vigiló muy de cerca sus escritos temiendo textos que incitaran a seguir el cisma iniciado en Europa, o se alejaran en algún punto de la recta doctrina. Muchos de sus textos están autocensurados, temiendo esta vigilancia. Su manuscrito “Meditaciones Sobre El Cantar de los Cantares” lo quemó ella misma por orden de su confesor, en una época en que estaba prohibida la difusión de las Sagradas Escrituras en romance.
Su vida es fiel reflejo de lo que avisaba a sus monjas: que las gracias recibidas en la oración son para darnos fuerza en servir a los demás. Aunque Teresa es conocida por lo elevado de las gracias místicas y visiones que recibe, su oración no la aparta del mundo, sino que hace que se entregue con especial fuerza y respaldo a las obras que le son encomendadas sufriendo en viajes, discusiones y continuas trabas, burlas y desplantes de sus contemporáneos.
Fue beatificada por Pablo V en 1614, canonizada por Gregorio XV en 1622, y nombrada doctora de la Iglesia Universal por Pablo VI en 1970. La primera mujer de las tres actuales doctoras de la Iglesia. Las otras son Santa Catalina de Siena y otra carmelita descalza: Santa Teresita del Niño Jesús.
Fuente: http://www.santateresadejesus.com/santa-teresa-de-jesus-biografia/biografia/
SAN JUAN DE LA CRUZ
Vivo sin vivir en mí y de tal manera espero, que muero porque no muero. En mí yo no vivo ya, y sin Dios vivir no puedo; pues sin él y sin mí quedo, este vivir ¿qué será? Mil muertes se me hará, pues mi misma vida espero, muriendo porque no muero.
Relación con santa Teresa de Jesús
Su insatisfacción con el modo de vivir la experiencia contemplativa en el Carmelo, le hacen considerar irse a la Cartuja,8 pero en 1567 regresa a Medina del Campo por unos pocos días para ser ordenado presbítero y celebrar su primera misa en presencia de su hermano, el resto de su familia y sus amigos del convento y allí conoce a Teresa de Cepeda y Ahumada, futura santa Teresa de Jesús, que había llegado a la ciudad para fundar una nueva sede de su «Reforma carmelita», los llamados carmelitas descalzos. Teresa convence a Juan y lo une a su causa de reforma de su orden, que tropezó con una gran hostilidad por parte de los carmelitas calzados.Juan regresa a Salamanca e inicia estudios de teología durante el curso 1567-1568, pero sólo termina un curso de cuatro por lo que no obtuvo ni siquiera el grado de bachiller. En agosto abandona Salamanca para acompañar a Teresa en su fundación femenina de Valladolid. El 28 de noviembre de 1568 funda en Duruelo (Ávila) el primer convento de la rama masculina del Carmelo Descalzo siguiendo la «Regla Primitiva» de San Alberto esto es, un establecimiento que propugna el retorno a la práctica original de la orden.9 Durante la ceremonia cambia su nombre por el de fray Juan de la Cruz. En 1570 la fundación se trasladó a Mancera,10 donde Juan desempeñó el cargo de subprior y maestro de novicios. En 1571, después de una breve estancia en Pastrana, donde puso en marcha su noviciado, se establece en Alcalá de Henares como rector del recién fundado Colegio convento de Carmelitas Descalzos de San Cirilo.11
Juan se convierte en uno de los principales formadores para los nuevos adeptos a esta reforma carmelitana. En 1572 viaja, invitado por Teresa de Jesús, al Convento de la Encarnación en Ávila, donde asumirá las tareas de vicario y confesor de las monjas. Permanecerá aquí hasta finales de 1577, por lo que acompañará a la madre Teresa a la fundación de diversos conventos de descalzas, como el de Segovia.
Fuente: wikipedia.
Fuente: http://www.sanjuandelacruz.com/
CONVENTO DE "LAS TERESAS" DE SEVILLA
La iglesia tiene planta de cajón de una
sola nave, con cubierta de bóveda de cañón con lunetos, y capilla mayor
cuadrada con bóveda semiesférica. Una serie de pilastras se adosan a los
muros, abriéndose entre ellos grandes hornacinas. La portada lateral
derecha es de gran sencillez y se abre al compás del convento, mientras
la situada en el muro de los pies es adintelada y se cubre con un
tejaroz sobre tornapuntas de cerrajería, conteniendo restos de pinturas
murales. La construcción data de principios de s.XVII y sus trazas se
atribuyen a Vermondo Resta.
El RETABLO MAYOR, compuesto por banco, dos cuerpos de tres calles y ático, fue concertado en 1630 por el ensamblador Jerónimo Velázquez. Su hornacina principal la ocupa un San José con Niño de Juan de Mesa,
arriba está el antiguo manifestador con forma de templete. Flanqueando
al santo patriarca, están Santa Teresa y San Juan de la Cruz y encima de
sendas hornacinas hay dos pinturas del santo y el profeta Elías. En el
banco del retablo, a los lados del Sagrario están las imágenes de Santa
Inés y Santa Catalina. En el ático hay un grupo escultórico del Calvario
y a los lados, dos pinturas con las visiones de santa Teresa, el Cristo
atado a la columna y azotado y la Virgen. El conjunto se remata con un
alto relieve del Padre Eterno.
Sin salir del presbiterio, en el muro del
evangelio, frontero a las rejas del coro bajo, se alza un retablo donde
se encuentra ahora la magnífica talla de la Inmaculada carmelitana de
Juan de Mesa. Este retablo es fechable en el último tercio de s. XVII y
se atribuye a Fernando de Barahona.
En el lado izquierdo de la nave se sitúa
el retablo mandado hacer en 1630 por los herederos de Héctor Antúnez y
Ana Hurtado. Su hornacina principal cobija un grupo escultórico del
Calvario, apareciendo el intradós del arco decorado con pinturas sobre
tabla, que representan a San Agustín, Santa Inés, Santa Catalina, San
Juan Bautista, la alegoría del Cordero Místico, la Visión de San Juan en
Patmos y San Juan de la Cruz. El ático lo ocupa una pintura con una
alegoría de la Inmaculada.
El retablo situado a continuación puede
fecharse en el último tercio del siglo XVII, y está presidido por una
escultura de la Inmaculada, conteniendo además pinturas de Santa Teresa
de Jesús, San Juan de la Cruz, Santa María Magdalena de Pazis, la Misa
del Padre Gracián y la Virgen del Carmen protegiendo a la Orden. Esta
última ocupa el ático que remata el conjunto. El retablo de la
Encarnación fue terminado por el ensamblador Luis de Figueroa en 1629
para D. Bernardo Pérez y Doña Beatriz del Castillo. El lienzo que lo
preside y el Padre Eterno del ático son obras de Francisco Herrera el
Viejo, pintor sevillano del primer tercio de s. XVII, mientras que las
pinturas del intradós del arco representan a San Juan Bautista, San
José, la Virgen con el Niño y Santa Teresa, y se pueden atribuir a Juan
de Espinal, pintor sevillano del XVIII. El último retablo, que presenta
elementos de los siglos XVII y XIX, contiene una escultura de la
Inmaculada y dos bustos-relicarios, pudiendo ser el realizado por
Bartolomé de la Puerta en 1633, encargado por Don Antonio de Cepeda.
Ocupan el muro derecho del templo los
retablos de Santa Teresita del Niño Jesús, San Carlos Borromeo y de
Santa Rita de Casia. El de Sta. Teresita se articula por columnas
estípites, obra de José Maestre en 1732 y la santa es una Virgen del
Carmen transformada. Contiene, además, esculturas de Santa Inés, San
Antonio de Padua y la Inmaculada, así como un relieve con la Cabeza del
Bautista.
El segundo retablo, fechado en 1627, está
presidido por un busto-relicario de San Carlos Borromeo y se completa
por doce pinturas con escenas de la vida del santo. El retablo de Santa
Rita, recompuesto con elementos de los siglos XVII y XIX, lo preside la
escultura de la santa titular, obra del XIX y lo remata una pintura de
la Piedad de s. XVI.
En la SACRISTÍA hay una
cajonería de mediados de s. XVII y lienzos del siglo XVIII, además de
una vitrina en la que se han reunido diversas reliquias y objetos
pertenecientes a Santa Teresa de Jesús, como piezas bordadas por ella o
la capa que usaba, así como su retrato más fidedigno, ejecutado por el
fraile carmelita descalzo fray Juan de la Miseria en 1576. Igualmente se
conserva un original autógrafo de “Las Moradas”, también conocido como “Castillo Interior”.
Para ampliar información:
HOTEL CASAS DE LA JUDERÍA
La judería de Sevilla fue un barrio de la ciudad de Sevilla en el que habitaron judíos desde la reconquista de Sevilla por parte de Fernando III de Castilla hasta la expulsión de los mismos en virtud del Edicto de Granada dictado por los Reyes Católicos. Actualmente se sigue conociendo como judería a esa zona de la ciudad, que comprende los barrios de barrio Santa Cruz y San Bartolomé.Historia
Su hijo, el rey Alfonso X le concedió cuatro mezquitas para que las convirtieran en sinagogas,1 correspondientes a las actuales iglesias de Santa María la Blanca, de Santa Cruz, Convento de Madre de Dios (Sevilla) y la de San Bartolomé. 2
En 1391 se produjo el asalto a la judería por parte de los cristianos, que constituyó el primer asalto a una judería española.3 En la primavera de ese año, el Arcediano de Écija, Ferrand Martínez empezó a instigar a los cristianos sevillanos contra los judíos. En marzo de ese mismo año, comienza la revuelta, entrando las masas en la judería destrozando tiendas y agrediendo a los habitantes. Esta revuelta se apagó al llegar las fuerzas del orden, pero los responsables quedaron impunes. Debido a esta impunidad, el día 6 de junio de ese mismo año de 1391, la multitud vuelve a entrar en la judería, esta vez asesinando a unos 4.000 judíos, es decir, casi todos los que habitaban en Sevilla. Por ello, el rey impuso una multa a Sevilla que se llevó pagando durante 10 años.4
En 1492 se decreta la expulsión de los judíos de España o su reconversión al cristianismo. En Sevilla no tuvo tanta repercusión ya que debido a la matanza de 1391 y la inseguridad que le siguió, quedaban muy pocos judíos en la ciudad hispalense.5
El Hotel Las Casas de la Judería ocupa 27 casas sevillanas
tradicionales, comunicadas mediante diversos pasadizos y patios. El
hotel presenta una decoración clásica y alberga una piscina en la
azotea, un spa y varios patios típicos andaluces.
Las Casas de la Judería se encuentra en pleno barrio sevillano de
Santa Cruz, donde estaba ubicado el antiguo barrio judío de Sevilla.
Todas las habitaciones de Las Casas de la Judería presentan una
decoración tradicional y conservan los elementos originales del
edificio. Además, cuentan con muebles antiguos, suelos de madera y
ventanas francesas.
La piscina de la azotea goza de vistas panorámicas a la ciudad. Además, hay 40 patios y fuentes.
Además, hay un piano bar que ofrece música en directo de jueves a domingo.
La piscina abre de junio a septiembre.
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