martes, 5 de febrero de 2013

ANÁLISIS DEL APOLO SAURÓCTONO DE PRAXÍTELES



Comentario 1:
Arte griego. Se trata de “El Apolo Sauróctono” de Praxiteles. Data del clasicismo tardío (S.IV a.C).
Podemos observar que es una escultura exenta realizada en piedra que refleja al dios Apolo. Lo representa como un hermafrodita y aparece matando a un lagarto. En esto se ve el gran cambio de mentalidad que explicaremos posteriormente, ya que está ridiculizando el mito del poderoso dios Apolo matando a un dragón. En la escultura observamos la llamada curva praxiteliana, que es el contrapposto (equilibrio entre los miembros relajados y en tensión) llevado a su grado máximo. En la escultura se aprecia la dulzura de la obra praxiteliana en cuanto a la religión, ya que representa al dios Apolo como un niño, un adolescente.
Praxiteles fue uno de los artistas más importantes del clasicismo tardío. Como hemos dicho anteriormente, su obra está llena de dulzura, de ternura con respecto a la religión, pero también hace una parodia de ella. Otras obras de Praxiteles son Hermes con Dionisos Niño en brazos, en el que lo parodia al ofrecerle al futuro dios del vino un racimo de uvas y reseñando su avidez por él y la Venus de Cnido, el primer gran desnudo femenino del arte griego. En ella se utilizan las proporciones de Policleto, ya que hay la misma distancia entre los pechos que desde los pechos al ombligo y que desde el ombligo hasta la división de las piernas.
Otros grandes artistas de la época fueron Scopas (Ménade Danzante y Meleagro) y Lisipo (Apoxiomeno, Ares Ludovisi y retrato de Alejandro Magno).
Como hemos dicho anteriormente, en esta época hay un gran escepticismo religioso, por lo que existe una gran crisis religiosa. Ya no se adora tanto a los dioses, han pasado a un segundo plano; ahora lo más importante es la vida cotidiana, y todo esto queda claramente reflejado en el arte.

Comentario 2:
Arte griego. La obra es conocida por el nombre de Apolo Sauróctono y pertenece a Praxíteles. Dicha obra fue esculpida en la primera mitad del siglo IV antes de Cristo (clasicismo tardío).
Se trata de una escultura de bulto redondo esculpida en piedra y hecha para ser vista de frente. Representa a Apolo, convertido casi en hermafrodita, que tiene intención de matar a un vulgar lagarto con una simple piedra. Esta obra parodia el mito de Apolo en el cual este vence a un feroz dragón matándolo. Se observa a Apolo desnudo con una postura y un cabello propios de una fémina. El lagarto trepa por un tronco de un árbol. Se aprecia también la curva praxiteliana, que es el ritmo ondulante que tiene esta obra, conseguido gracias a llevar el contraposto original de Fidias (alternancia entre miembros tensos y relajados) a su máximo grado.
Esta obra la podremos comprender si explicamos su relación con su contexto histórico. En la primera mitad del siglo IV, es decir, en el clasicismo tardío, se produce un creciente escepticismo religioso, por ello se da un trato a los dioses como si fuesen humanos, con todas sus sensaciones ! y sentimientos: dolor, alegría, cansancio (como se puede observar en la obra de Praxíteles: Hermes con Dionisios niño, en la cual Hermes descansa sobre un tronco por llevar al futuro dios del vino en brazos) o sorpresa (como se ve en la Afrodita de Cnido, donde Afrodita se ve sorprendida al salir desnuda del baño. Este será el primer desnudo de una mujer, y por ello tendrá un impacto ingente en las masas, por ser de contenido claramente erótico). Praxíteles en esta obra intentó buscar un modelo más estilizado de la representación masculina, con lo cual sus obras parecen más esbeltas que las de Policleto. Esto vino dado porque aún perduraba la religiosidad en las culturas y por ello se buscaron nuevos modelos. Sin embargo, en las mujeres continuó con las proporciones anteriores entre los pechos y el ombligo y entre este y la división de las piernas.
La influencia que tendrá este autor se observa en la época inmediatamente posterior, el! Helenismo, en el cual se produce una nostalgia por los clásicos tardíos y hacen obras como la Venus de Milo.
Fuente: www.suarezdefigueroa.es



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