Los cristianos podrían haberlo hecho. Podrían haber derribado todo aquello que dejaron los musulmanes, pero no fue así, prefirieron aprovechar su rico patrimonio. Sucumbieron ante el arte musulmán, y así nació la arquitectura mudéjar.
Mudéjar, que significa «domesticado» en árabe, en relación a los moros que permanecieron en España tras la Reconquista, es uno de los referentes más importantes del arte sevillano. Una ciudad poliédrica, ecléctica, que combina el mudéjar con el gótico, el barroco, el plateresco o, más recientemente, con el regionalismo y el racionalismo. Cuna de culturas, por algo la llaman la Jerusalén de Occidente.
Pasear por sus calles, entrar en sus templos, es retrotraerse a aquellos tiempos en los que los edificios dialogaban con el entorno, respetando su pasado, sin barbaridades como en los últimos años. Y así, ABC de Sevilla ofrecerá esas rutas culturales por la ciudad oculta.
La antigua puerta de Bab Macarana, hoy Arco de la Macarena
Cita en el Arco
La zona norte del Casco Antiguo, cuya fronteras son las murallas almohades, bebe de esa arquitectura hispano-musulmana. La ruta podría comenzar en la antigua puerta de Bab Macarana, hoy el Arco de la Macarena. Subiendo unos metros por San Luis, a espaldas de la basílica de la Esperanza, nos encontramos con San Gil . Un templo muy desconocido, pero catalogado como Monumento, que fue construido en el siglo XIII sobre el solar de una antigua mezquita, de la que aún se conservan los restos en la base de la torre y la capilla sacramental.
Iglesia de Santa Marina
De allí, por la calle San Luis, a cinco minutos, está la iglesia de Santa Marina , también destruida en la Guerra, pero que es uno de los templos más antiguos de Sevilla, construido en 1265 sobre otra mezquita. No se pierdan la torre mudéjar, de planta cuadrada y construida en ladrillo. Y, una vez dentro, observe la cúpula de la antigua capilla del infante Don Felipe, del siglo XIII, que mezcla la yesería con el ladrillo.
Parroquia de San Marcos
La calle San Luis, el cardo máximo, vuelve a servir de nexo entre templos mudéjares. A pocos metros de Santa Marina, aparece San Marcos , una de las que mejor conservan el estilo gótico-mudéjar. ¿Saben sobre qué se construyó? Sobre otra mezquita, al igual que los templos anteriores. Destaca la portada, de estilo gótico pero decorada con dientes de sierra, y en cuyo frente se halla una franja horizontal con tramos de sebka, un motivo decorativo islámico donde se entrecruzan hileras de rombos, que también se puede apreciar en la Giralda. La torre también es mudéjar y corresponde al antiguo alminar de la mezquita, y donde también se aprecian estos elementos decorativos musulmanes.
Convento de Santa Paula
Muy cerca, en Santa Paula, hay un convento cuya iglesia es una maravilla. Uno de los secretos ocultos de Sevilla. La portada combina los estilos mudéjar, gótico y renacentista… pero fíjese en las cubiertas, con bóvedas nervadas y la que está montada sobre trompas, así como el impresionante artesonado mudéjar.
Parroquia de San Román
Más adelante, la iglesia de San Román, muy castigada a lo largo de la historia, pero que fue una de las 24 parroquias en las que quedó dividida Sevilla tras la Reconquista. Las reconstrucciones que ha sufrido este templo a lo largo de los siglos ha impedido que se conserven muchos elementos de estilo múdejar. No obstante, a ambos lados de la portada existen dos ventanas con decoración islámica, con arcos poliobulados y enmarcadas por alfiz.
Santa Catalina
Santa Catalina, joya del mudéjar
En esta ruta no puede entrar Santa Catalina. Cerrado y abandonado desde hace años, este templo Monumento Nacional espera ser restaurados para volver a ofrecer sus secretos. Un templo por el que pasaba la muralla romana, y que fue construido sobre las ruinas de una mezquita, conservando parte del mihrab y del alminar en la torre. Tanta riqueza tiene esta iglesia que, además de este estilo, alberga una capilla sacramental imponente, de estilo barroco. En su interior, también es mudéjar el artesonado.
Palacio de las Dueñas
Muy cerca, está el Palacio de las Dueñas, propiedad del Ducado de Alba. Dentro, un patio andaluz con jardines y abrevadero, rodeado de arcos con columnas de mármol de estilo plateresco donde, justo encima, se aprecian otro tipo de arcos mudéjar, en una nueva galería. Machado, que nació en este palacio, lo describió como recuerdo de su niñez: «Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla/ y un huerto claro donde madura el limonero;/ mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;/ mi historia, algunos casos que recordar no quiero».
San Juan de la Palma
Una de las grandes olvidadas edificaciones de estilo mudéjar es la iglesia de San Juan de la Palma. Asentada sobre una antigua mezquita, aún se conserva la bóveda de inspiración islámica de la capilla sacramental, con el artesonado de la capilla.
Palacio de los Marqueses de la Algaba
Centro de interpretación del mudéjar
Olvidado, caído en el ostracismo, el Palacio de los Marqueses de la Algaba es el mejor exponente del arte mudéjar civil en Sevilla, y desde enero de este año ha sido puesto en valor con la inauguración del Centro del Arte Mudéjar, gracias a la delegación de Participación Ciudadana del Ayuntamiento. Allí se exponen 111 piezas de este estilo artístico.
Omnium Sactorum
Este edificio, que se encuentra a las espaldas del Mercado de la calle Feria, está muy cerca también de la parroquia de Omnium Sactorum . Construida en 1249, es uno de los templos más antiguos de la ciudad, y de los mejor conservados. Llama la atención la pequeña ventana mudéjar, muy decorada. Como ocurre con San Marcos y la Giralda, la torre alberga paños de sebbka.
Convento de Santa Clara
Y, lejos de allí, en el barrio de San Lorenzo, se levanta desde 1289 el antiguo convento de Santa Clara, hoy espacio museístico y cultural, que está construido junto al antiguo palacio mudéjar de Fadrique de Castilla. De esta construcción aún permanece en pie su torre, conocida como la de Don Fadrique.
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